En su XXVI edición, celebrada el 15 y 16 de diciembre
repiten exitosamente el anticipo de un mes de su feria agricola y ganadera.
Ya en la anterior edición se hizo también los días previos a las fechas navideñas.Y es que debido a la crisis y tras las navidades, el mes enero se hace más difícil para el consumo y realizandose en estas fechas, seguro que muchos aprovechan para realizar sus compras cara a la Navidad.
Ángel Bellmunt, presidente de la Cofradía
de San Antonio Abat, la entidad organizadora que ha contado con la colaboración
del Ayuntamiento de Benicarló, ha concluido que el balance en esta última edición ha sido absolutamente
positivo y que a pesar de la crisis y del descenso (entre un 8 y un 10%) del número de
comerciantes que han acudido a la cita, el
hecho de que por segundo año consecutivo se haya trasladado el evento ha propiciado que aumenten las ventas.
Entre
los comerciantes, la mayoría compartían el mismo grado de satisfacción. Es el
caso de un matrimonio de Lugo que cada año viaja a Benicarló para asistir al
evento. “Esta feria va para arriba”, indicaron, “lo de cambiar las fechas ha
sido todo un acierto, hemos aumentado las ventas en un 20%”. “Yo fui de los que
sugerí el adelanto porque, cuando empezó la crisis, sí se veía mucha gente
paseando pero no se hacía caja porque ya estaban saturados”, indica otro
feriante. En una parada de comerciantes gallegos aseguraron que, con el cambio de fechas, han facturado un 20% más.
Envolviendo coquetes Foto: 3x4.info |
No por ello han dejado de celebrar la tradicional fiesta de San Antonio el pasado fin de semana.
El 16 de enero, víspera de
San Antonio, la cofradía
de San Antonio prepara una hoguera de grandes dimensiones, donde
por la noche queman al demonio (un ninot) y, cuando ya se ve su
esqueleto, comienza un desfile por toda la población con caballos engalanados
con cascabeles y carros.
En la puerta del Ayuntamiento, los “loeros” recitan
versos satíricos sobre la actualidad del pueblo y, a continuación se lanzan
desde el balcón del Ayuntamiento cientos de miles de “coquetes”, el dulce
típico de la fiesta, a todos los vecinos, que se preparan desde el fin de semana anteriora la fiesta.
En este desfile las diferentes peñas del pueblo elaboran creativas
carrozas y disfraces sobre temas de actualidad que desfilan por las calles de
la localidad en el último día de las fiestas patronales, que tienen lugar a
finales de octubre.
A continuación, las
caballerías piden permiso, de manera simbólica, al
alcalde para trotar por las calles de la ciudad, mientras lanzan las
cocas y pronuncian las ácidas loas, a menudo basadas en
críticas a los políticos locales.
El día 17 de enero,
después de la misa mayor, se bendice a los animales en la plaza de Sant
Bertomeu. Y por la
noche, se celebra la última cabalgata y se tiran las últimas
cocas.
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