La empresa de Tortosa, que ya dispone de almacenes de recogida de producto en Francia y Portugal prevé abrir una fábrica en Francia.
Líder en el Estado, produce 180.000 toneladas de harina de
galleta a partir de productos que la industria alimentaria rechaza pudiendo
separar del envoltorio 10.000 kilos de producto por hora.
Nació en 1987 con el objetivo de reciclar el rechazo de la industria alimentaria para fabricar piensos para alimentación animal. Tras 3 años dedicados a la investigación, la empresa inició su actividad.
Nació en 1987 con el objetivo de reciclar el rechazo de la industria alimentaria para fabricar piensos para alimentación animal. Tras 3 años dedicados a la investigación, la empresa inició su actividad.
Josep Ramon Montserrat Foto:elpuntavui |
“Mi padre trabajaba en temas relacionados con la
alimentación animal y un día un fabricante de alimentación humana le comentó la
posibilidad de aprovechar todos los productos que no superan los parámetros de
calidad para hacer pienso”, explica Josep Ramon Montserrat, director general de
Olisefi.
En 1995 instalaron un secador que los permitió ampliar el
negocio y utilizar la bollería industrial y el pan de molde para fabricar
harina de galleta y no solo limitarse a productos secos de un máximo 10% de
humedad (galletas, pan tostado, etc.) Olisefi
no utiliza productos caducados, sino los que no pasan los controles de calidad
(etiqueta, color...) pero son buenos. Unos productos que se convierten en una
materia primera para hacer pienso para alimentación animal después de
retirarlos el envoltorio y de un proceso de molida. Sólo hay seis grandes
empresas en Europa que se dedican a este campo y Olisefi es el principal
productor en el Estado.
Bimbo, Panrico y Nestlé son algunos de los proveedores de la firma tortosina, que instala contenedores en las fábricas de producción donde se tira el producto que no supera los controles de calidad y se encarga de irlo a recoger.
Bimbo, Panrico y Nestlé son algunos de los proveedores de la firma tortosina, que instala contenedores en las fábricas de producción donde se tira el producto que no supera los controles de calidad y se encarga de irlo a recoger.
Disponen de 14 almacenes de recogida de producto, distribuidos por el Estado
español, Francia y Portugal, de donde, una vez clasificados los diferentes
tipos de productos (galletas, pan, chocolate, bollería…), se envía a la fábrica
de Tortosa y, desde hace poco más de medio año, a la planta que tiene en
Valladolid.
En la planta de Tortosa, se producen 700 toneladas diarias, a las
cuales se añaden las 400 toneladas más que la empresa puede hacer en
Valladolid.
La producción anual real de la fábrica es de 180.000
toneladas, aunque su capacidad es más grande. La empresa ocupa 45 trabajadores
directos y unos 200 de indirectas, con una facturación anual de unos 35
millones de euros.
El 95% de sus ventas se concentran al mercado
estatal, principalmente en Cataluña, Aragón, el País Valenciano, Murcia y
Castilla León. “El elevado número de ganaderos que hay en el Estado hace que la
demanda de pienso sea muy alta”, afirma el director general de Olisefi. Según
Montserrat, el Estado español sólo produce la mitad del cereal que consume, es
por esto que no se dedica a la exportación. “Las ventas al exterior son
ocasionales, podríamos multiplicar por cinco nuestra producción y colocarla
toda en el mercado estatal”, asegura.
La crisis económica no ha hecho caer la demanda de pienso, pero sí que han
disminuido los productos que la industria alimentaria retira del mercado. “La
crisis nos ha afectado sobre todo por la provisión de materia primera, que ha
disminuido a todo el Estado”, indica Montserrat. Con todo, el volumen de
producción de *Olisefi no ha bajado porque lo ha compensado con una mayor
compra de productos en Francia.
En cuanto al precio de su producción: “No fijamos el precio de la producción,
sino que se negocia en los mercados financieros”, explica el director general
de Olisefi. Así, el 2006 el precio era de 125 euros la tonelada, mientras que
un año después se ensartaba hasta los 300 euros por tonelada y dos años más
tarde se quedaba en 140 euros la tonelada; hoy, se sitúa en torno a los 280
euros la tonelada.
Empresa pionera, que convierte pan de molde, galletas y todo tipos de bollería
en materia primera que se utiliza en la fabricación de pienso animal. Después
de retirar los envoltorios, empieza el secado y la esterilización para aumentar
la calidad, seguido de la molida y mezcla.
Fuente:www.elpuntavui.cat
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