lunes, 21 de enero de 2013

LA CADENA ALIMENTARIA, SABES COMPRAR?



La compra es un importante paso más en la cadena alimentaria.


PLANIFICAR LA COMPRA 
Elaborar una lista para racionalizar nuestra compra. Hacer tres columnas:
Alimentos que no necesitan frío, 
alimentos refrigerados y alimentos congelados 
para evitar roturas en la cadena de frío, iniciando la compra por los productos que no necesitan frío, seguir por los refrigerados y acabar por los congelados. 
No comprar más de lo que podremos conservar debidamente.
ELECCIÓN DE LOS PRODUCTOS
Los productos envasados deben estar en perfecto estado, rechazaremos los que estén abombados, mojados, abollados, abiertos o dañados.
En productos congelados, descartaremos los que tengan escarcha o cristalitos de hielo, posible indicador de un almacenamiento prolongado o una rotura de la cadena del frío.
Leer bien las etiquetas, para conocer datos sobre la composición nutricional, las cantidades, los ingredientes, información sobre el contenido de alérgenos, etc. Productos como la carne de vacuno o los huevos, tienen un etiquetado más específico que nos indica dónde ha nacido la ternera o en qué condiciones se ha criado la gallina.
En las etiquetas también encontraremos la fecha de consumo preferente o de caducidad lo que nos permitirá una compra más lógica y coherente dentro de nuestras necesidades.
La fecha de caducidad indica hasta cuando un alimento se puede consumir de forma segura si se siguen las indicaciones de conservación y uso facilitadas por el fabricante
La fecha de consumo preferente, sin embargo, indica la fecha hasta la cual un alimento conserva su calidad. Se puede consumir después, pero puede perder  sabor, olor, textura…
El pescado y marisco en mal estado puede tener un ligero olor a amoníaco, que se intensifica con la cocción. Desecha cualquier producto con olores extraños.
La carne del pescado debe ser firme y brillante.
Las agallas deben ser de color rojo brillante, sin sustancias serosas.
Los ojos deben ser claros y traslúcidos, y nunca deben estar hundidos.
ORGANIZAR EL CARRO
Los alimentos deben estar separados correctamente de los productos tóxicos (productos de limpieza, insecticidas, etc)
Foto: klobingresos.com
A la hora de embolsar se deben separar los alimentos manteniendo la misma organización que durante la selección de los productos: agrupando los alimentos que no necesitan frío,  colocando juntos los refrigerados y aislando los congelados en bolsas isotérmicas.
No mezclar alimentos que puedan contaminar a otros (ej: carnes crudas o pescados con frutas y verduras).
Es conveniente no colocar la carne y el pescado crudo sobre otros productos, ya que podrían gotear y contaminarlos.
Asegúrate de mantener separados los alimentos crudos de los productos listos para su consumo.
Si usamos bolsas reutilizables, hay que mantenerlas en buen estado de conservación y limpiarlas regularmente. 
TRANSPORTE 
Durante el transporte los alimentos que necesitan frío para su conservación aumentarán su temperatura, pudiendo propiciar la multiplicación de bacterias causantes de toxiinfecciones.
Si en la bolsa de la compra hay productos que necesitan refrigeración o congelación el transporte a casa debe realizarse lo antes posible, especialmente en verano. 
Si quieres saber más, consulta la web de AESAN, clic aquí.

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