CONSEJOS A LA HORA DE CONSUMIR PAN

El consumo de pan en España, ha descendido considerablemente en los últimos 20 años al pasar de 82 kilos por persona a 56 kilos, una cantidad bastante menor a los 250 gramos de pan al día que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Podemos dividir 200 gramos diarios de pan, en 4 raciones de 50 gramos. Incluso en las dietas de adelgazamiento, los expertos recomiendan no consumir menos de unos 100 gramos diarios.
Para repartir este consumo recomendado podemos tomar una tostada en el desayuno,  almorzar o merendar un pequeño bocadillo e incluir una pequeña ración de pan en las comidas. Los molletes mini serían la dosis perfecta para acompañar una comida baja en carbohidratos.
Debemos evitar abusar de comer mojando pan, merendar bocata, cenar pizza…Y evitar acompañar de pan comidas altas en carbohidratos, ya que el exceso se convierte en grasa (por ejemplo, si vas a comer pasta esa ración de pan no la utilices en esa comida)

Foto: Blog el Comidista de El Pais

Algunos consejos sobre el consumo de pan:

Al comprarlo, si va a consumirlo enseguida puede comprar cualquier tipo de pan. Pero si quiere que dure, se conservan mejor los de corteza gruesa: payés, gallego o de miga apretada: candeales

Molletes artesanos de Écija

Los panes de corteza fina, se revienen enseguida en ambiente húmedo

Guíese por su olfato y vista. El pan debe oler a tostado y levadora y la corteza no debe presentar burbujas. Una corteza pálida y fina presagia que se endurecerá pronto. 

Si pesa mucho, es que tiene exceso de agua por falta de cocción, típico de los precocidos.

Si el pan está caliente, no lo meta en una bolsa y mucho menos de plástico: se ablandará. Y no lo meta en el frigorífico ya que el frío endurece los almidones.

El pan congelado a -18ºC con envase impermeable dura varios meses. Se descongelará dentro del envoltorio y se introducirá en el horno caliente unos minutos para que recupere aromas y texturas.

El gusto: debe saber al cereal del que procede.

En resumen:

Picos colines o tortas finas, para aperitivos.

Pan de miga abierta, con embutidos y quesos.

Integrales o gallegos, para verduras.

Pan de barra, para pescados.

Candeal, con la carne.

Pero todos, en las mejores condiciones

Fuente: Ignacio Sorez - Radio 5 Todo noticias

Quiero mencionar que la foto está extraída de un interesante artículo de Mikel López Iturriaga del que me permito extraer 2 parrafos:

"El problema es que cada vez es más difícil encontrar un pan simple y bueno -un fenómeno que afecta a muchos otros productos, como por ejemplo, las magdalenas. "Se pueden hacer tantos tipos de panes como variedad de cereales haya en el mundo", afirma Andrés Bonilla, de la tienda de productos para panadería El Amasadero. "Pero no conseguimos comer un buen pan de trigo en ningún sitio. En cambio demandamos panes de semillas, sabores, olores y aspectos diferentes y mágicos. Cosas fenomenales para pasar por alto el verdadero sabor a pan".

Con lo que llegamos al núcleo duro del asunto: nos hemos olvidado de a qué sabe el pan de verdad, y eso nos lleva a ser menos exigentes y víctimas fáciles de los timos de las boutiques. Marca cuenta cómo algunas personas que van a sus cursos llegan a rechazar el pan que hacen porque les sabe "demasiado".  "Lo que revela esa pérdida: hace muchos años que el pan no sabe a pan. La industria ha conseguido hacer un producto que se parece y que responde a lo que la mayoría del público pide: corteza crujiente y miga esponjosa. Sin embargo, eso se aleja mucho de lo que es de verdad el pan: algo vivo, con matices de sabores ácidos, lácticos y alcohólicos, por la fermentación, con gusto a cereal"."

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